No te avergüences de llorar.

No se trata de no llorar, para demostrar que eres fuerte.
Se trata de llorar solo cuándo se necesite porque es importante hacerlo, todo el mundo se necesita desahogar de una manera u otra, así que si no quieres quedarte sin muebles, llora, que es bueno. Se trata de madurar, de saber y darte cuenta de que puedes hacerlo, de que el mal no te puede vencer porque eres tú el que mandas sobre él, porque eres el rey de la felicidad.
Se trata de darte cuenta de que las cosas son difíciles, que son tiempos duros, que hay que ayudar, que nada es tan fácil como cuando jugábamos con muñecos.
Se trata de darte cuenta de que no que no puedes tener todo lo que quieres, que hay que luchar por ello, sea lo que sea.